Hoy en día la Psoriasis es considerada un enfermedad multisistémica y multifactorial, donde están implicados los sistemas inmunológico, inflamatorios, múltiples órganos, genes y factores ambientales que actúan como desencadenantes de nuevos brotes.
En esta enfermedad, el recambio de las células de la piel (que normalmente lleva 30 días), se encuentra acelerado. Esto hace que se acumulen capas de células que aun no pueden desprenderse y por este proceso se forma la escama blanca sobre una base de piel roja conocida de esta enfermedad.
La psoriasis tiene distintas formas clínicas de presentación, desde unas pocas lesiones pequeñas como “gotas”, hasta grandes superficies de piel afectadas formando “placas”. Otras formas pueden afectar las palmas, plantas, cuero cabelludo y en algunos casos (por suerte los menos frecuentes) puede poner en riesgo la vida del paciente. Por otra parte, pueden estar comprometidas las articulaciones, provocando lesiones deformantes e invalidantes.
También, es bien conocido en estos tiempos, que la psoriasis, en algunos casos, está acompañada de enfermedades y hábitos que perpetuán las lesiones psoriasicas, como son la obesidad, la diabetes, el colesterol elevado, el sedentarismo, el tabaquismo, el etilismo.
Por todo lo antedicho, se deduce, que la psoriasis, debe enfocarse de forma interdisciplinaria, junto a dermatólogos, clínicos y reumatólogos, para obtener resultados favorables en su tratamiento.
Los tratamientos dependen del tipo y extensión de la psoriasis, desde locales con cremas y ungüentos hasta medicaciones orales o inyectables.
Dra Tamara Nijamin