¿Qué son los peelings?
Los peelings son procedimientos dermatológicos que se utilizan para provocar una remoción de capas superficiales de la piel y renovarla.
Estos procedimientos pueden ser mecánicos como la dermoabrasión o peeling con bisturí o químicos utilizando distintas sustancias ácidas que se aplican sobre la piel.
Son ampliamente utilizados para mejorar y tratar cicatrices de acné y algunas lesiones activas de acné, manchas oscuras, piel dañada por la exposición solar (fotoenvejecimiento) y arrugas finas.
Los peelings pueden ser superficiales, medios o profundos, según la capacidad de penetración cutánea de los productos utilizados y el objetivo que busquemos.
Los peelings superficiales son los que renuevan capas superficiales de la piel y son los elegidos en pieles más sensibles como la pieles oscuras, con rosácea y en pieles mas jóvenes. Los medios y profundos, son procedimientos mas invasivos, que se utilizan en casos donde hay que renovar capas mas profundas de la piel.
Provocan un efecto lifting y tienen gran poder destructivo celular, generan una renovación celular intensa.
Los peelings profundos tienen más riesgo de efectos adversos como pigmentación de la piel y cicatrices queloides, reactivación del herpes zoster, entre otros.
El post-peeling, en estos casos es mas complicado, ya que generalmente se obtiene una costra sobre la piel que hace dificil seguir con la vida cotidiana por unos días, y hay más riesgo de infecciones.
La intensidad del peeling la da el tipo de producto químico que se elija, y se regula eligiendo la concentración del producto, su pH, el tiempo de aplicación y si se utiliza oclusión.
Como en todos los peelings se debe indicar el cuidado de la piel con protector solar, informarle al paciente que puede sentir un ardor al colocarse cremas humectantes o lavarse el rostro con agua caliente.