¿Qué es el acné?
El acné es una enfermedad crónica, inflamatoria, con una importante carga genética.
Existen factores que contribuyen a su aparición, al empeoramiento o a la perpetuidad del acné tales como el estrés, fumar, malos hábitos alimentarios, algunos productos cosméticos, algunas medicaciones y la exposición solar.
La padece cerca del 80% de la población joven y de estos jóvenes afectados, un 20% aproximadamente continúa teniendo acné durante la etapa adulta.
Si bien el acné en la mayoría de los casos no pone en riesgo la vida del paciente, aunque hay algunas excepciones, tiene un importante impacto en la calidad de vida de quienes lo tienen, en muchos casos con disminución de la autoestima y evasión de actividades sociales o laborales. Por eso es importante tener en cuenta estos factores para implementar el correcto diagnóstico y tratamiento.
¿Qué sucede en el acné?
En la piel existen unidades funcionales denominadas conductos pilosebáceos. Estos conductos están compuestos por el canal por donde emerge el pelo y por la desembocadura de la glándula sebácea.
En el acné, lo que se produce es la obstrucción de ese conducto por sebo (grasa) y restos celulares, principalmente. Esto provoca inflamación de la zona junto con la colonización de la piel por bacterias características de las pieles con acné.
¿Qué zonas de la piel afecta el acné?
La cara, la espalda y el pecho, son los lugares principales donde se pueden encontrar lesiones de acné.
¿Por qué? Porque son sitios donde tenemos alta concentración de unidades pilosebáceas.
¿Cómo sabemos qué tipo de acné tenemos?
El acné tiene muchos tipos de lesiones en la piel, y según predominen unas u otras, tu dermatólogo clasificará al acné de distintas formas.
Si posee mayor predominio de comedones (puntos negros o blancos) será un acné “comedónico” o si posee mayor predominio de lesiones inflamatorias (pústulas, pápulas, nódulos, quistes o cicatrices) será un acné “inflamatorio”.
Otra manera de clasificar al acné es según su gravedad, teniendo en cuenta el tipo de lesiones, su distribución, si dejan o no cicatriz y el impacto en la calidad de vida del paciente.
¿Para qué sirve clasificar el acné?
Para el dermatólogo, saber qué tipo de acné presenta cada paciente es imprescindible para ofrecer el mejor tratamiento y minimizar las posibles secuelas que puedan quedar.
Otro punto importante a la hora de instalar un tratamiento es saber si se han realizado otros tratamientos previos que no han dado buenos resultados, o si la recaída del paciente es rápida. El 80% de los casos de acné mejoran con medicaciones de uso local, es decir, con la aplicación sobre la piel de productos específicos.
Un grupo menor de pacientes tienen formas severas o persistentes de acné que requieren tratamiento vía oral.
Opciones de tratamiento local
1.- Es imprescindible que tu dermatólogo te indique una rutina de limpieza y un producto específico para el tratamiento del acné y que te enseñe a utilizarlo de la forma adecuada.
2.- Todas las rutinas y tratamientos deben incluir al protector solar y a la humectación de la piel.
3.- En consultorio se pueden realizar distintas técnicas para mejorar el aspecto de la piel:
- Peelings químicos
- Microdermoabrasión
- Microneedling / Dermapen
- Luz pulsada intensa
La mejor combinación y frecuencia te la indicará el profesional que te esté guiando en el proceso.
Opciones de tratamiento vía oral
Sumamente individualizado, teniendo en cuenta: edad, forma clínica del acné, cicatrices, impacto en la vida social, tratamientos previos, uso de otras medicaciones por otras enfermedades, entre otros.
Se pueden utilizar antibióticos específicos o derivados retinoides.
Espero haber podido despejar algunas dudas sobre este tema tan frecuente, importante e interesante.
¡No dudes en consultarnos!
Dra. Tamara Nijamin y Equipo