Las verrugas cutáneas son proliferaciones de la piel causadas por el virus papiloma humano. Puede aparecer en cualquier momento de la vida de las personas.
La proliferación de estos virus sigue el ritmo de la profileración y maduración de las células de la piel y las mucosas del ser humano.
Han sido identificados mas de 200 subtipos de este virus, que tienen capacidad de infectar a la especie humana.
Según en qué parte del cuerpo las encontremos se les dan distintos nombres (verrugas vulgares, plantares, palmares, planas, condilomas acuminados).
Normalmente son lesiones benignas, aunque a algunas se las considera de alto riesgo para predisponer a un tipo de cáncer denominado espinocelular.
El diagnóstico lo realiza un dermatólogo entrenado mediante la observación clínica de las lesiones. Los estudios especiales quedan relegados para casos complicados o con sospecha de posible malignización.
En el caso de verrugas genitales, el ginecólogo, puede hacer un diagnóstico mediante la prueba del ácido acético.
Las voy a enumerar por orden de mayor evidencia cientifica:
Remover las verrugas lo antes posible para disminuir su diseminación y las lesiones subclínicas periféricas. La recaída de la infección es muy frecuente luego de haber extirpado la lesión original.
No hay un medicamente específico y efectivo para el tratamiento de las verrugas.
Se utilizan distintas sustancias para la remoción química de las mismas, cada una con distintas indicaciones.
Lo que es de suma importancia es el tratamiento de las mujeres embarazadas para evitar el contagio al feto.
Se debe observar la cura clínica por lo menos 4 semanas posteriores a la eliminación de las lesiones, y para el caso de las recurrencias, se debe esperar 6 meses para el alta definitiva.
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